El cambio climático es una parte de la justicia social.
Desde "Bangladesh faces climate refugee nightmare" (Reuters, 2008)
Cada ser humano depende del medio ambiente. El sistema actual concentra la riqueza en las manos de una minoría empresarial y pone en peligro la salud y la seguridad de todos. Son los menos privilegiados y los más vulnerables los que sienten los primeros efectos de la crisis climática y los que más daño sufren.
El movimiento climático no es el movimiento ecologista. Mientras el movimiento ecologista pretende proteger la rana de árbol en las amazonas y el oso polar en el ártico, el movimiento climático se preocupa por un futuro equitativo y seguro para los seres humanos.
A nivel mundial, la civilización requiere un medio ambiente habitable. El cambio climático causa sequías, inundaciones y una carencia de recursos, que conllevan la hambruna, disturbios civiles, conflictos armados, sufrimiento por para de los inocentes y la opresión de gobiernos.
Conforme con el deterioro del medio ambiente, las familias, las comunidades y las vidas también deterioran.
La abogacía a favor del medio ambiente es a la vez la abogacía a favor de casi siete mil millones de seres humanos cuyas vidas dependen de un planeta sano. El medio ambiente global está interconectado entre si, tanto de manera ecologista como de manera social. Reponer un mundo interconectado supondrá movimientos interconectados: cualquier persona que cree que todos los seres humanos merecen los derechos básicos debería apreciar la crisis climática como una amenaza seria e inminente.
La crisis climática debe unirnos a todos en la lucha para el futuro de la humanidad.
Escrito por voluntarios Peaceful Uprising
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